Mostrando entradas con la etiqueta Juego compulsivo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juego compulsivo. Mostrar todas las entradas

¡Tenga cuidado con las máquinas “Tragaperras”, son altamente adictivas!.

Cuando entramos en cualquier bar o café de España, vemos unas máquinas coloridas y luminosas que parecen ya hacer parte de la decoración y casi ni nos sorprende el ver personas jugando de manera insistente, prácticamente pegadas a esas máquinas conocidas como “tragaperras” o “tragamonedas”; que si bien es cierto ayudan al propietario del negocio a rentabilizar su actividad (en muchos casos los montos acumulados por esas máquinas superan largamente los ingresos por su actividad principal), pero explotan la miseria humana, la vulnerabilidad de personas que se enganchan al juego y entran en un círculo vicioso de la “ludopatía” o “juego compulsivo”, lo que a la larga les destruye la vida y la de sus familias.

Muchos dirán, que es completamente inofensivo el jugar con esas máquinas, o comprarse un décimo de lotería…. Al respecto, podemos decir que el juego en sí mismo no es malo, el problema viene del uso excesivo que se hace de él. Cuando la persona juega de manera ocasional y controlada, quiere decir que lo hace por entretenimiento (decidiendo un monto límite antes de jugar, pudiendo parar sin dificultad y sobre todo sin sobrepasar el límite previsto), no es un problema; pero si la persona juega cada vez más tiempo y con montos cada vez mayores, no puede parar después de haber comenzado y lo hace “para recuperar” lo que va perdiendo, es que se está enganchando a esas maquinitas y en poco tiempo estará atrapada en la espiral de la ludopatía, si ya no lo está.

En todos los juegos de dinero, el riesgo de la persona que juega, a perder a largo plazo es estadísticamente más alto que las probabilidades de ganar, porque han sido concebidos así y de eso depende el crecimiento de ese negocio. Los dependientes del juego, son conscientes de que tienen muy pocas posibilidades de que les toque el premio, pero han desarrollado una serie de pensamientos “irracionales” que les hacen modificar su percepción del riesgo, como: “yo soy experto”, “conozco la máquina”, “soy fuerte en eso” “yo le gano la máquina”, “la suerte está de mi lado”, lo que les hace seguir enganchados.

¿Cómo se desarrolla la adicción?

Cuando una persona comienza a jugar, la máquina le deja ganar un cierto monto, y eso es suficiente para estimularla a seguir jugando y a ir alimentando pensamientos anticipatorios de un premio (“la máquina ya está llena,… un poquito más y ya viene”), y a medida que la máquina le va dando algunos pequeños premios, va haciendo que la persona comience a tener pensamientos “irracionales” sobre la probabilidad de ganar, al extremo de creerse con capacidad de “ganarle al sistema” (“yo sé cómo hacerlo”, “soy experto”, “conozco a la maquina”, “estoy con buena racha”,…); y cuanto más convencidos están de esos pensamientos, más probabilidades tienen de perder el control y de realizar pérdidas considerables que se van acumulando con el tiempo.

Esa es la razón por la que en la mayoría de países industrializados, la regulación de estos juegos es más estricta (no se las encuentra en lugares tan accesibles como bares o cafés, sino en lugares específicos, salas de juego, casinos,… (lugares a los que la persona puede impedirse la entrada), además de que las empresas que explotan esas máquinas están obligadas a alertar a los clientes sobre el riesgo que corren de desarrollar la ludopatía, así como se hace por los riesgos del alcohol y del tabaco.

¿Cuándo estamos frente a una “ludopatía” o “juego compulsivo”?

Cuando las personas juegan por encima de sus posibilidades económicas (y van acumulando deudas), juegan más tiempo que previsto (pierden la noción del tiempo), apuestan sumas cada vez mayores, mienten sobre los montos que juegan (y pierden), son criticados a causa de su afición al juego, dejan que el juego perjudique su vida familiar, su trabajo, su salud o a sus finanzas, juegan para tratar de “recuperar” lo perdido, tratan de olvidar situaciones emocionales difíciles: soledad, estrés, tristeza u otros sentimientos negativos, sienten culpabilidad cuando recuerdan el monto que han perdido en el juego.

La ludopatía no se mide por el monto de dinero gastado en el juego, sino por las dificultades que ocasiona en la vida de la personas. Por ejemplo: si el juego acapara el dinero dedicado a otros fines tales como los gastos de la casa, de la alimentación, gastar sus reservas para emergencias; o gastar el tiempo y la atención que debería consagrarle a su familia, o aún si la persona no puede evitar de jugar o de parar cuando ha empezado a jugar. Si no juega, piensa sin parar y se siente irritado, no tiene placer ni interés por hacer nada  y  siente que le falta alguna cosa importante.

Todas las personas que juegan pueden desarrollar la ludopatía, más aún cuando viven una situación difícil de gestionar (dificultades económicas, rupturas sentimentales, falta de trabajo, soledad,…), lo que puede actuar como factor desencadenante. Por otro lado, si comienza a desarrollar el problema, hay ciertos signos que pueden alertarle: sentir una excitación a la idea de ir a jugar o al momento de jugar y buscar esa sensación de euforia; buscar pretextos para justificar las ganas de jugar; jugar para huir de ciertos problemas, situaciones o sensaciones desagradables; tener pocas actividades o intereses fuera del juego; sentirse solo, aburrirse.

Consejos para evitar los problemas de juego

1.      Cada vez que juegue, fíjese un monto pequeño como límite y ¡no lo supere nunca!.
2.      Considere que el dinero gastado jugando es el precio que Ud. está pagando para divertirse. No siga jugando para tratar de “recuperar” lo perdido.
3.      No sobrepase la suma que se haya fijado para jugar, sacando más dinero de sus tarjetas de crédito, ni prestándose de otras personas.
4.      Cuando juegue, haga pausas frecuentes (eso le ayudará a bajar la excitación y no perder el control).
5.      Pida ayuda profesional (Psicólogo-Psicoterapeuta), cuando comience a perder más dinero del previsto y sentirse enganchado al juego.

Información en: www.cleliagalvez.com