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Prepare su hogar para evitar intoxicaciones o envenenamientos accidentales

Leo un interesante artículo norteamericano que nos da luces para evitar intoxicaciones y envennamientos en casa, ahora que el verano se aproxima y que comenzaremos a utilizar una serie de productos para evitar que los insectos ingresen en nuestro hogar o que realizaremos actividades en los bosques.

Según los autores, en más del 90% de los casos, las intoxicaciones y envenenamientos se producen en el hogar y la mayoría de estos ocurren en la cocina, baño, o en la habitación. Por lo que se requiere enseñar a los niños a que nunca toquen o pongan en su boca nada que no sepan lo que es.

A continuación, algunos consejos sobre cómo mantener su hogar seguro:
  • Mantener los medicamentos en sus envases originales (con sus respectivas indicaciones) y guardarlos adecuadamente (en un botiquín que no esté al alcance de los niños).
  • Tener en casa una alarma para detectar monóxido de carbono, preferiblemente  instalada cerca de las habitaciones y cerca de las calderas o calentadores.
  • Mantener las sustancias tóxicas en sus envases originales. No usar recipientes de comida (tales como vasos o botellas) para almacenar limpiadores u otros productos químicos fuertes.
  • Mantener el anticongelante y los productos químicos fuertes en sus envases originales.
  • Algunos productos de arte (pinturas, plastilinas,… etc) son mezclas de productos químicos que pueden ser peligrosos si no se usan correctamente. Asegúrese de que los niños los usen de manera segura, que lean y sigan las instrucciones y que no coman ni beban mientras los usen.
  • Lavarse la piel después de trabajar y estar en contacto con productos de arte. Limpiar el equipo, las mesas, los escritorios y mesas de trabajo. Mantener esos productos en sus envases originales.
  • Si se va a preparar los alimentos, no olvidarse de lavarse las manos y limpiar la mesa de trabajo antes de hacerlo, así como de  limpiar los utensilios de cocina y aquellos para servir.
  • Almacenar los alimentos a la temperatura adecuada. Los alimentos que requieren refrigeración no pueden dejarse en temperaturas que superen los 40 grados F (5 grados C).
  • Si se va a practicar una excursión al aire libre, tomar la precaución de identificar los sitios donde pudieran haber serpientes u otras especies peligrosas y usar la vestimenta adecuada (botas, por ejemplo).
  • Leer atentamente el rótulo de cualquier repelente contra insectos. La mayoría de ellos contienen DEET, que puede ser dañino si se aplica en grandes cantidades.
  • Asegurarse de que todos los miembros de su familia puedan identificar hongos y plantas venenosas. Recuerde la frase “las hojas de a tres, no las toqués” cuando se trata de hiedra venenosa.
  • Recordar que, si hay sospecha de que alguien se ha intoxicado o envenenado, llamar inmediatamente al centro de control de intoxicación y envenenamiento local, para saber como actuar y pedir ayuda.

 

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Cómo abordar las dificultades atencionales de los niños

Es frecuente y comprensible  la preocupación de los padres por encontrar una solución a las dificultades que ven en sus hijos para concentrar su atención cuando realizan sus deberes escolares u otras tareas. Algunos expresan su preocupación y tratan de buscar asesoría, otros lo viven solos con extrema ansiedad y pueden llegar a magnificar el problema y hacer que el niño se convenza que tiene un problema y se acomode a él.

El constatar que sus hijos no se pueden concentrar en lo que hacen y el interpretar eso como algo grave que va a perturbarlos en los aprendizajes que tienen que hacer en la vida, puede hacer que los propios padres se vuelvan innecesariamente ansiosos y se vayan confrontando a una serie de preguntas  que se hacen ellos mismos y que ponen en cuestión sus propias habilidades como padres (que si son buenos padres,… que si se equivocaron en algo,… o si sus hijos tienen algún problema médico que deben tratar,…), hecho que puede convertirse en un circulo vicioso que por la ansiedad que sienten, puedan ejercer cada vez más presión  sobre los niños y estos al sentir el estrés en el que se encuentran sus padres, aún estar más ansiosos y distraídos,…. , y el circulo se retroalimenta sucesivamente….

Por lo que,  lo primero a hacer, debería ser calmarse y examinar las situaciones en las que se desenvuelven los niños para identificar algunas que pueden obstaculizar al niño en su tarea de concentrarse  en su tarea.

Hagamos un sobrevuelo de las posibles situaciones que podrían perturbarles:
  • · Los aspectos materiales: ¿el ambiente en el que hace sus tareas es silencioso?,  ¿hay demasiados objetos que él pueda tocar o distraer su atención inútilmente? ,  el espacio está adecuadamente iluminado? , ¿el material con el que debe trabajar está bien presentado y es bien legible?,  ¿tiene el niño todos sus útiles requeridos?
  • · Los aspectos personales: ¿hay alguna situación que le genere ansiedad o preocupación? , ¿ha perdido a algún ser querido? o incluso una mascota?, ¿se ha disputado con algún amigo, o un miembro de la familia?, ¿hay alguna enfermedad que lo afecta a él, o a algún miembro de la familia? , ¿hay niños que lo molestan en la escuela?, ¿tiene algún miedo a algo o a alguien?
  • · ¿Está motivado por la escuela o se le ve algo aburrido de ella?
  • · ¿Duerme suficientemente?, ¿tiene pesadillas o miedos que le impiden de dormir suficientemente?
  • ·  ¿Como está su alimentación?, ¿está suficientemente nutrido e hidratado?
  • ·  ¿Tiene demasiadas actividades para-escolares?
  • ·  ¿Tiene miedo al fracaso o a decepcionar a sus padres?
  • ·  ¿Le falta tiempo para relajarse o para canalizar sus energías?

Entre otras causas posibles, se puede mencionar el Trastorno de Déficit Atencional (TDAH), que comprende una agitación y una falta de atención constantes en el niño y que obstaculizan tanto su aprendizaje como la realización de la mayor parte de actividades cotidianas, llegando a perturbar su calidad de vida y la de su entorno familiar y escolar. Si tiene dudas sobre su niño, le aconsejo de solicitar una evaluación específica, pues el TDAH tiene que ser diagnosticado por un equipo de profesionales de la salud (médico y neuropsicólogo).

Para los casos que no presentan  problemas que requieran una intervención terapéutica o medicamentosa, existen algunas medidas simples que los padres podrían aplicar para ayudar a su niño a mejorar su atención:

  • ·  Determinar con el niño, el lugar donde va a realizar habitualmente sus tareas y  el lugar más preciso en los que pondrá sus útiles de escritorio más usados (que estén a la mano y siempre en el mismo lugar).  
  • ·  Mantener el ambiente de trabajo relativamente ordenado (sin convertir eso en una obsesión) y sin ruidos inútiles.  Evitando tener objetos que puedan captar su atención cuando efectúa sus tareas.
  • · Planificar con el niño la actividad que va a emprender, dividiéndola en etapas pequeñas y explicándole claramente la manera en que se va a realizar la tarea (las consignas deben ser claras, simples y coherentes) para que tenga en mente la secuencia.
  • · Fijar la duración de la actividad, en función de la edad del niño y de su nivel de atención. Hacer  solo una a la vez para no desmoralizarlo, programando pausas para que el niño pueda moverse y gastar su energía.
  • · Instalar rutinas para los “momentos-bisagra” del día (partir a la escuela, llegada por la tarde, cena, baño, ir a la cama, etc. ); puede también tener una pequeña canción o repetir una lista como jugando para cada una de esas etapas a fin de ejercer su atención sobre las tareas a realizar.
  • · Si el niño no esta más concentrado y manifiesta su malestar, es preferible de suspender la actividad y retomar mas tarde, si es necesario
  • ·  Evitar de ponerlo en situaciones de  fracaso, enfatizar positivamente sus esfuerzos (así sean pequeños, porque irá mejorando progresivamente). “muy bien”, “veo que hiciste tu esfuerzo”, “será mejor la próxima vez”.
  • · Valorar los esfuerzos que hace el niño y felicitarlo con palabras “bravo”, “estoy orgullosa de ti”, “continúa así”, “vas bien”,  y estableciendo un sistema de recompensas (por ejemplo dándole algunos privilegios)
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Cuando la violencia nos toca en lo más profundo

El desarrollo del internet y la tecnología de la información hace que casi en tiempo real estemos visionando (vía TV o internet) imágenes de catástrofes naturales o nucleares, revoluciones, guerras de liberación y actos de violencia extrema que ocurren en diferentes partes del mundo y que chocan nuestra sensibilidad y que progresivamente van rompiendo esa imagen de seguridad sobre la que se basa nuestra vida.

Cuando son las catástrofes naturales las que azotan y diezman poblaciones,  todos están perturbados de constatar la fuerza implacable de la naturaleza contra la que poco puede hacerse, pero luego de un tiempo las personas llegan a integrar esa catástrofe en su mente y dan paso a  “la resiliencia”, que es capacidad interna de las personas a adaptarse a la dura realidad que les tocó vivir. Podemos ver por ejemplo el tsunami del 2004 en indonesia, Fukushima en Japón, los huracanes a los Estados Unidos, los terremotos de diferentes países…, con cada tipo de sociedad que reacciona de acuerdo a sus propias características, como la japonesa que sorprendió al mundo con su actitud de seriedad, solidaridad, recogimiento, orden,…, lo que no quiere decir que sufrieran menos!.  

Sin embargo, lo más difícil de entender y aceptar es el traumatismo ocasionado por otros seres humanos que han perpetrado crímenes con la intención de destruir y matar a las personas, como los atentados terroristas vividos en todo el mundo (aunque el más publicitado haya sido el del 11 de setiembre  en Nueva York), las violaciones,  la guerra y la delincuencia en general, que por observarse a diario en la prensa llegan a banalizarse y hacer parte del funcionamiento de algunas ciudades. Hasta que vemos un suceso intenso que sacude a toda la población, por la crueldad con la que se agrede o por tratarse de personas en situación de vulnerabilidad como son los niños.  Pienso en lo que acaba de ocurrir en Francia, un asesinato despiadado de unos niños y un profesor en una escuela confesional judía, que fueron victimas simplemente por ser diferentes.

La intencionalidad de un acto de destrucción (agresión, violación, atentado,…) es lo que más afecta a las personas que son victimas (directas o indirectas, es decir testigos), porque destruye  la concepción de base que tiene de un ser humano bueno y le hace perder confianza en un mundo relativamente sano y seguro en el que está viviendo. Otro factor importante es la intensidad del desastre o la crueldad de la agresión (“a sangre fría”), así como la situación de vulnerabilidad de la victima (niños o personas que no se encuentran bien en el momento de la agresión); estos aspectos que conducen a una cronificación de los efectos psicológicos  habituales en tal situación (miedo, ansiedad, estrés, ira, rabia, resentimiento o bloqueo emocional) pueden llegar a desarrollar, en ocasiones, un verdadero trastorno de estrés post traumático que requiere tratamiento psicológico específico.

Volviendo al caso ocurrido en Francia, la madre que perdió a sus hijos y su esposo en un mismo evento en el que fueron victimas, por el simple hecho de haber estado presentes en ese lugar y ese momento, va a tener su vida marcada por el dolor y el sufrimiento de esas pérdidas inexplicables; los niños que estudian en ese colegio y en otros similares, todos los testigos directos e indirectos, tendrán que sobreponerse al hecho con apoyo profesional, soporte de sus familiares y amigos, y sobre todo con el paso del tiempo que permitirá de mitigar los afectos.

Finalmente, si usted está en el circulo social de personas que fueron victimas de alguna agresión o desastre, probablemente no sepa cómo actuar con ellas, y por desconocimiento, trate de evitar el tema. Sin embargo, creo que puede ser de mucha ayuda a esa persona, simplemente escuchándola cuando ella quiera hablar del tema (pero no insista con el tema si ella no quiere hacerlo). Escúchele una y otra vez, porque cada vez que hable, la persona irá asimilando lo que pasó e irá re-trabajando y reubicando los hechos en su mente y haciendo, con cada vez que expresa la emoción , que vaya drenando la emocionalidad contenida, y haciendo que su activación emocional sea cada vez menor, llegando en algún momento a mitigarse. Si observa que no evoluciona favorablemente la situación y la ve deprimida, convénzala de consultar un psicólogo de tipo cognitivo conductual, que podrá ayudarle a salir del problema. 
 

La depresión de papá podría afectar la conducta de los niños

Un reciente estudio norteamericano encontró que los niños que tienen un papá deprimido son más propensos a mostrar problemas emocionales o conductuales.

Durante las dos últimas décadas, los profesionales de la salud mental, hacíamos especial atención a ver el riesgo que representaba para un niño, el hecho de tener uno de sus padres con síntomas depresivos. Se hablaba especialmente de la enfermedad de la madre, por el tiempo y el tipo de relación estrecha que habitualmente tenía con el niño, que en presencia de  los síntomas depresivos se operaba un cambio importante que afectaba a la salud mental del niño. Razón por la que se promovía una medicación antidepresiva para disminuir rápidamente los síntomas y la instalación de una psicoterapia que le ayude a salir del problema.

El estudio que encontramos en el Medline (retomado de la revista Maternal and Child Health Journal), es interesante porque brinda datos más acordes a la evolución que ha tenido la sociedad en cuanto a los roles parentales. Actualmente, los padres participan cada vez más en la educación de los hijos y tienen una relación más directa que la que teníamos muchos de los que ahora somos adultos. Incluso en los numerosos divorcios en los que la guardia compartida de los hijos hace que los roles de ambos padres se acerquen cada vez más. Hecho que tiene que considerarse en el tratamiento eficaz y oportuno de los problemas emocionales y conductuales que se presenten en los niños.  

Volvemos al estudio que fue realizado con 7,200 familias norteamericanas, y que encontró los siguientes datos:

Alrededor del 25 por ciento de los niños con mamás y papás que mostraban síntomas de depresión tenían problemas emocionales o conductuales. Alrededor del 15 por ciento de los niños cuyos papás tenían síntomas depresivos y 20 por ciento de los niños cuyas mamás tenían síntomas depresivos mostraban problemas emocionales o conductuales. Alrededor del 6 por ciento de los niños cuyos padres no tenían síntomas de depresión presentaban problemas emocionales o conductuales.

Alrededor del seis por ciento de los papás mostraban síntomas de depresión. Los factores asociados con la depresión en los papás incluían vivir en la pobreza, vivir con un hijo que tenía necesidades especiales, vivir con una esposa o pareja que estaba deprimida y tener una mala salud física. El predictor más potente de depresión en los papás fue el desempleo. Los papás desempleados tenían 6.5 veces más probabilidades de estar deprimidos.

Esto es particularmente importante dado el alto índice actual de desempleo, anotaron los investigadores.
 

Tener un mejor amigo beneficia a la mente y al cuerpo de un niño


Es ampliamente reconocido que para que las personas tengan una buena salud mental, es necesario que , entre otros aspectos ya mencionados en este mismo blog, tengan redes sociales de apoyo, que en otros términos es tener amigos, con quien contar en momentos difíciles  y con los que compartir actividades de esparcimiento e intercambiar opiniones cuando los requieran.

Para los padres que se interesen, reproduzco aquí algunos detalles de un estudio reciente que me pareció interesante que se conozca pues se muestra el efecto benéfico, sobre la resistencia a la frustración en los niños (y en general, sobre su salud física y mental), del hecho de tener a su mejor amigo cuando vive una situación negativa.

El estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Developmental Psychology, halló que cuando un niño vivía una experiencia negativa, tenía como efecto un aumento del cortisol y la disminución del autoestima. Sin embargo, cuando el mismo niño estaba en compañía de su mejor amigo mientras ocurría el problema, los niveles de cortisol y los sentimientos de autoestima tenían menor variación.

"Tener a su mejor amigo presente durante un evento desagradable tiene un impacto inmediato sobre el cuerpo y la mente de un niño", afirmó el coautor del estudio William Bukowski, profesor de psicología y director del Centro de Investigación sobre el Desarrollo Humano de la Universidad de Concordia, en Montreal. "Si un niño está solo cuando tiene problemas con un maestro o una discusión con un compañero de clases, observamos un aumento mensurable en los niveles de cortisol y una reducción en los sentimientos de autoestima".

Los autores del estudio sostienen que lo que sucede en la niñez puede afectar a las personas en la adultez, lo que incluye tener sentimientos de baja autoestima. "Nuestras reacciones fisiológicas y psicológicas a las experiencias negativas de la niñez nos afectan más adelante en la vida", explicó Bukowski. "La secreción excesiva de cortisol puede llevar a cambios fisiológicos significativos, incluso supresión inmune y una menor formación ósea. El aumento del estrés realmente puede hacer que el desarrollo de un niño sea más lento".

Los autores del estudio apuntaron que estudios previos también han mostrado que tener amistades puede ayudar a proteger a los niños del acoso, la exclusión y otras formas de agresión.
 

Identifican un defecto neuronal asociado al autismo.


Una investigación  muy interesante acaba de ser publicada por el equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, sobre las células de pacientes con el Síndrome de Timothy, que es un raro trastorno genético que está asociado a una forma de autismo.  

Los resultados obtenidos, en ese estudio, sugieren que el autismo en los pacientes con síndrome de Timothy está causado por una mutación genética que afecta perjudicialmente a los canales de calcio en las membranas de las neuronas, lo que interfiere en el modo en que las neuronas se comunican y desarrollan. El flujo de calcio en las neuronas les permite emitir señales, y el modo en que se regula el flujo de calcio es un factor decisivo en el funcionamiento de nuestro cerebro.

Asimismo, señalan que las poblaciones cultivadas de células cerebrales procedentes de individuos con Síndrome de Timothy, tenían menos células del tipo que conecta los dos hemisferios del cerebro, así como una sobreproducción de dos de los mensajeros químicos del cerebro, la dopamina y la norepinefrina. Los investigadores piensan que pueden revertir estos efectos mediante la estrategia de bloquear químicamente los canales afectados, lo que obviamente, da mucha esperanza a la sociedad.

A fin de entender mejor, señalamos que cuando hablamos de autismo, nos estamos refiriendo a toda una gama de trastornos complejos del  desarrollo neurológico de la persona, que se conoce como el trastorno del espectro autista (ASD). Una persona con autismo se caracteriza por tener una serie de limitaciones en sus interacciones sociales (en su relación con otras personas), dificultades en la comunicación (tanto en habilidades sociales como en el intercambio verbal), y por tener conductas estereotípicas (movimientos de balanceo repetitivos, dar vueltas,…) y restringidas.

Los niños con autismo pueden tener problemas para hablarle, o no mirarle a los ojos cuando les habla. Es posible que tengan la necesidad de alinear sus lápices antes de poder prestar atención, o decir la misma frase una y otra vez para calmarse. Pueden agitar los brazos para indicarle que están contentos, o hacerse daño para mostrarle que no lo están.

El autismo, se suele diagnosticar en la infancia temprana y comprende varios tipos de trastornos con diversos niveles de gravedad, siendo el más leve el síndrome de Asperger. El síndrome de Timothy, objeto del estudio que mencionamos hoy,  es conocido por ser causado por una mutación genética única. Los niños afectados por el síndrome de Timothy a menudo muestran síntomas del espectro autista, junto con una amplia constelación de problemas físicos (cardiacos entre otros).

Hasta hoy no se conoce la causa del autismo, existen teorías que invocan tanto causas genéticas como ambientales. El autismo dura toda la vida de una persona. No existe una cura, pero el tratamiento puede ayudar. Los tratamientos incluyen terapias conductuales y de comunicación y medicinas para controlar los síntomas. Las terapias incluyen sesiones de capacitación intensivas y altamente estructuradas orientadas a desarrollar las habilidades sociales y del lenguaje.  El asesoramiento familiar para los padres y los hermanos de los niños con autismo a menudo ayuda a las familias a enfrentar los desafíos particulares de vivir con un niño con autismo.

Los invito a visitar un enlace interesante,  que detalla el estudio que acabamos de mencionar con células de pacientes con síndrome de Timothy , ilustrándolo a través de un video muy didáctico. 

¿Cómo mejorar nuestras relaciones en estas fiestas?

Las fiestas de Navidad, Año Nuevo, Reyes,…, son esperadas de manera diferente por cada uno de nosotros, los niños esperan la atención de los mayores, los juegos y los regalos que van asociados a estas fechas. Los adultos con menos entusiasmo o incluso con estrés (preocupación por los gastos a realizar, la organización de las reuniones, la soledad,…).

Las tradiciones familiares pueden ser vividas con alegría para unos, con desgano para otros cuando no se comparten muchos intereses con los otros miembros del grupo, con temor cuando hay antecedentes de conflictos,…etc., sin embargo, sea cual fuere la situación, se puede aprovechar esa fecha tan cargada de simbolismo espiritual para rencontrarnos con los nuestros y recrear vínculos con nuestra familia y con los amigos. Van algunas sugerencias:

Haga el esfuerzo de desconectar del trabajo y  dedicarle estos días a la familia; y para ello, busque algunas actividades agradables que pueda compartir con los hijos,  otros miembros de la familia y amigos, pero hágalo de manera consciente (“estando allí” mentalmente) y no distraído a cada momento por el móvil que suena o por otras preocupaciones,…; puede incluso hacer una pequeña lista (sin necesidad de que signifiquen actividades sofisticadas o de alto costo)con la ayuda de los hijos  y tener varias posibilidades a escoger en función del momento y del ánimo de las personas. Recuerde cuán divertidas eran las cosas simples de su infancia, ahora que es adulto, rompa algunos esquemas que tenga y atrévase a jugar y reír con los suyos, verá como se le libera el espíritu.

Aproveche la ocasión para descubrir o redescubrir a las otras personas que conforman su familia o su grupo de amigos (si no ha tenido tiempo durante el año para hablar con ellos, es momento de hacerlo!), interésese a lo que están haciendo, a los pequeños pasos que están dando en la dirección de sus sueños (valore los esfuerzos que está haciendo la persona, más que los resultados obtenidos); cuando esté con adultos hágales preguntas sobre sus hijos o nietos,  apreciará lo felices que se ponen hablando de ellos (que son su mejor obra).

Solo tenga en cuenta que para sentirse mejor en sus relaciones  con otras personas son  necesarios: la reciprocidad, por lo que deseamos dar y recibir, escuchar y ser escuchados, comprender y ser comprendidos; la expresión de las emociones y sentimientos (es así que uno permite que le conozcan y se acorten las distancias entre las personas), exprese sus emociones positivas (que podrá contagiar a los demás) y las emociones negativas (sin agredir a las otras personas); la aceptación de sí mismo y de los demás, sin esperar que sean perfectos o que piensen o actúen como nosotros queremos (la aceptación del ser humano “con fallas” es básica para un buen entendimiento), pero nunca acepte una relación basada en la violencia.

Finalmente, nuestros pensamientos son los que definen el ambiente de nuestra vida, si pensamos en negativo (siempre viendo las carencias, catástrofes, faltas, culpables,…) nuestra vida ira tiñiéndose de negro y haciendo que la gente se aleje de nosotros, porque estaremos siempre agobiándoles (“invitándoles vasitos de desgracia”). Trate de pensar en positivo, ver las bendiciones que ha recibido de la vida, y si tiene problemas, trate de resolver uno a la vez y confiar que con su esfuerzo y la gracia de Dios, el mañana será mejor!.

Feliz Navidad y año nuevo con bienestar!.