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El arte de ser feliz


La felicidad es, ahora,  un tema que interesa a la ciencia. Existen cada vez más investigaciones de diferentes áreas (la psicología y sus ramas, la sociología, ciencias políticas, economía,… ) y van apareciendo numerosas publicaciones técnicas , como también libros de vulgarización conocidos como “autoayuda”, que tienen cada vez más adeptos. Una prueba más de la importancia que tiene la búsqueda de la felicidad en la vida de la persona, nos viene de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que ha declarado un día del año (el 20 de marzo) como el Día internacional de la felicidad, que este año se celebra por vez primera. 
¿Cómo se consigue la felicidad?, es la pregunta que muchos nos hacemos, y tenemos que reconocer que no hay una sola receta para la felicidad, cada quien debe mirarse al interior de sí mismo para saber lo que realmente le hace feliz. Aquí, mencionamos algunas pautas simples, que son más frecuentes en los diferentes sistemas y publicaciones que existen en la actualidad. 

1. Conviértete en tu “mejor amig@”, quiérete y acéptate tal como eres (con tus fortalezas y tus debilidades). Si algo te molesta en ti,  reconócelo y trata de corregirlo (si deseas), pero no te recrimines, ni culpabilices por ello.

2. Reconoce  y agradece a Dios o a la naturaleza (según tu sistema de creencia), por las cosas buenas que tienes en la vida (salud, familia, hijos, dinero, trabajo,…). Según las investigaciones, las personas que agradecen cada día por lo que tienen, logran sentir mayor paz interior y son menos agresivos.

3. Aprende a reír e irradia alegría alrededor tuyo. Vive con entusiasmo, cultiva el humor  en tu vida y disfruta de las cosas simples, las muestras de  afecto, juegos,….

4. Piensa que todo tiene solución. Acepta los problemas que puedas tener  sin dramatizarlos ni desesperarte. No podemos controlar lo que sucede en la vida, pero si podemos decidir la actitud con la que enfrentamos.

5. Escucha a los demás. Muchos de los problemas que tenemos con otras personas son de comunicación.

6. Reconcíliate con tu pasado. No te agobies por los errores cometidos, solo trata de sacar  las  lecciones que te aportan y aplícalos en la vida.

7. Conserva  tus buenos amigos.  Ellos compartirán tus alegrías y serán un soporte importante en momentos difíciles.

8. Preserva tu libertad a tener tus opiniones y a expresarlas. Atrévete  a decir “no”, eso te permitirá no estar agobiado con tareas o conflictos que no te interesan.

9. Trata de alcanzar tus sueños postergados. Haz una lista de las cosas que siempre quisiste hacer y no pudiste por algún motivo, y comienza a realizarlas progresivamente.

10. Comparte tu tiempo o tus recursos con gente que necesita más que tú. La solidaridad es otro aspecto que da sentido a la vida y genera una paz interna. 
 


¿Qué hacer para prevenir el cáncer y las enfermedades degenerativas?


Todos tenemos en nuestro entorno cercano, alguien (si no se trata de nosotros mismos) que ha sufrido o sufre de un cáncer, una enfermedad crónica o una enfermedad degenerativa; y es cuando un diagnóstico inquietante se acerca a nuestras vidas que nos interesamos a informarnos y tomar medidas para prevenir las enfermedades que la vida moderna ha convertido en casi “normales”. Al respecto, de la diversa literatura existente sobre el tema, queremos compartir con ustedes una síntesis de la recopilación de las informaciones que nos parecen muy interesantes y fácilmente aplicables por toda persona que quiera tomar una parte activa en su bienestar y el de su familia.

Según el biólogo Otto Heinrich Warburg (premio novel por su investigación: “La causa primaria y la prevención del cáncer”), las causas del cáncer vienen de tener un nivel alto de acidez en el cuerpo.  Un medio alcalino en el organismo atrae el oxígeno necesario para la producción de energía, mientras que un medio ácido expulsa el oxígeno y hace que las células sanas se enfermen (una célula sana a la que se le priva del 35% de oxigeno durante 48 horas podría convertirse en cancerosa). El descubrió que las células cancerosas son anaeróbicas (no respiran oxígeno) y que no sobreviven en un medio con abundante oxígeno, y por el contrario, sobreviven (reaccionando con la glucosa) en un medio sin oxigeno.

En su tesis “Metabolismo de los tumores” Warburg demostró que todas las formas de cáncer tienen dos condiciones: un nivel alto de acidez (acidosis) y la falta de oxígeno (hipoxia). El cáncer no sería más que una manera de adaptarse (un mecanismo de defensa) de las células para sobrevivir en un medio ácido con falta de oxigeno. En otras palabras, el cáncer sería el resultado de una dieta basada en alimentos que tienen un efecto acidificante (la acidez expulsa el oxígeno benéfico de la sangre) y una vida sedentaria (que no aporta el oxígeno necesario a los tejidos de nuestro cuerpo), lo que coincide con las actuales campañas de prevención del cáncer, que además de controles médicos periódicos promueven un estilo de vida saludable.

Citamos otros científicos que apoyan esta lógica, como el Dr. George W. Crile, que dice “Todas las muertes mal llamadas naturales, son solo el punto final de saturación del cuerpo en ácidos.  En cambio, es prácticamente imposible que un cáncer se desarrolle en una persona que ha liberado su cuerpo de su acidez, privilegiando los alimentos alcalinizantes y aumentando el consumo de agua pura para drenar mejor el cuerpo de los desechos tóxicos; evitando también, en la medida de lo posible, los alimentos que producen el ácido, o mediante la compensación de su absorción por la ingestión de otras sustancias alcalinizantes, y evitando los elementos tóxicos”.

Según Mencken, (autor de “La lucha por la vida es la lucha contra la retención de ácido”) “el envejecimiento, la falta de  energía, el mal humor, las enfermedades del corazón, alergias, eczema, urticaria, asma, cálculos, arterioesclerosis,… no son más que la acumulación de acido”.  El Dr. Theodore A. Baroody en su libro “Alkalize or Die” (“Alcalinizar o morir”) “En realidad, independientemente de la gran cantidad de nombres diferentes de las enfermedades, lo que importa es que todas ellas vienen de la misma causa: demasiados residuos ácidos en el cuerpo”. El Dr. Robert O. Young “La acidificación excesiva en el cuerpo es la causa de todas las enfermedades degenerativas”…. “cuando se rompe el equilibrio y el cuerpo comienza a producir y almacenar más acidez y residuos tóxicos que lo que puede eliminar con la suficiente rapidez, diversas dolencias se manifiestan

Retenemos, que las células de nuestro cuerpo funcionan en base a tres elementos: agua, oxígeno y nutrientes; que el oxígeno reacciona químicamente con la glucosa para generar la energía necesaria para la vida; que necesitamos oxígeno en el cuerpo para que nuestras células se mantengan sanas y que éste viene de la alimentación saludable y del ejercicio cotidiano. Una vez que el proceso de digestión se ha realizado, es en función de la calidad de nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y vitaminas) que aportaron los alimentos que consumimos, que se generará un estado de acidez (que eliminará el oxígeno) o alcalinidad (que atraerá el oxígeno que necesitamos) en la sangre.

El resultado alcalinizante o acidificante se mide mediante una escala llamada PH (potencial hidrógeno) cuyos valores van de 0 (grado de acidez máxima) y 14 (grado de alcalinidad máxima), siendo 7 (un valor neutro). Para que nuestras células funcionen correctamente necesitamos que nuestro cuerpo tenga un medio ligeramente alcalino; aunque cada órgano requiere de diferentes niveles de alcalinidad: el Ph de la sangre debe mantenerse entre 7,32 y 7,42, fuera de esos límites comienzan los problemas de salud que pueden ser graves. El Ph de la orina, de una persona que se alimenta correctamente se ubica entre 6,5 y 7,5 (idealmente entre 7,0 y 7,5). El Ph de la piel es 5,2 (ácido).

Nuestro organismo funciona inteligentemente y siempre trata de mantener un equilibrio de sus funciones y compensar algunas carencias tomando o no las reservas que tenemos; es  así que, cuando tenemos durante mucho tiempo un aporte de sustancias ácidas en la sangre (por una alimentación inadecuada, estrés, contaminación, … etc., ) el propio cuerpo, por la necesidad de  mantener un nivel adecuado de alcalinidad, va a utilizar las reservas minerales alcalinas (socio, potasio, magnesio, calcio, hierro,…) que tenemos en los huesos, cartílagos, dientes, pelo, etc. , por lo que la desmineralización se instala en forma de caries dentales, osteoartritis, osteoporosis,……

Ese proceso se ve claramente en las personas que reciben quimioterapia, un tratamiento agresivo que ataca el proceso de multiplicación celular descontrolado, pero que también acidifica el organismo, de tal manera que éste se ve obligado a utilizar las reservas alcalinas para neutralizar al acidez extrema, pero lo hace sacrificando los minerales alcalinos (calcio, magnesio, potasio) de los huesos, dientes, uñas , articulaciones y cabello; es por esa razón que la persona que sigue ese tratamiento pierde rápidamente sus cabellos y siente dolencias en los órganos señalados.

Es interesante saber que se puede restaurar el hueso o cartílago desmineralizado y que se puede retrasar la progresión de artrosis o la osteoporosis,… restaurando el equilibrio ácido-base (nivel de acidez y alcalinidad en la sangre), porque si no, la desmineralización continuará. Para restablecer el equilibrio, se requiere de una dieta saludable y un estilo de vida sano, lo que significa que todas las personas deben conscientemente asumir la responsabilidad de su salud, mejorando su alimentación y su estilo de vida.

Al respecto, existen una serie de alimentos alcalinizantes, que pueden verse en un cuadro que encontrarán más abajo. Cabe señalar que no estamos promoviendo que se siga de manera rígida esa lista; y que la compartimos como una guía que nos pareció interesante para ir progresivamente incluyendo ciertos alimentos en la dieta diaria, a fin de llegar a un porcentaje que permita la prevención esperada y un bienestar general.

El agua que permite hidratar el organismo y drenar los desechos del metabolismo, debe ser en abundancia “por dentro y por fuera”. Se aconseja beber entre 2 a 3 lt de agua purificada por día. El agua de mar es aconsejada como muy alcalinizante y se consume mezclada en una proporción de una medida de agua de mar por cinco medidas de agua dulce. Existe también, otro sistema para la obtención de agua ionizada alcalina, que es obtenida por un filtro especial (un aparato ionizador que se fabrica en Alemania pero que aún no es comercializada en otros países) y que separa el agua de la red habitual en dos tipos de agua: ionizada alcalina y ácida.

El beber agua alcalina (sea del filtro especial o por mezcla de agua de mar) tiene diversos efectos benéficos para la salud: limpia el colon de los residuos y desechos acumulados, ayuda a neutralizar la acidez del tejido sin desmineralizar los huesos, dientes, cabellos,… y ayuda a neutralizar los radicales libres (responsables del envejecimiento) cuando la carga de acidez producida por las células y la dieta no produce suficientes anti oxidantes naturales. El agua alcalina se utiliza para beber, cocinar, lavar las frutas y verduras, mientras que el agua ácida (que sale del filtro como desecho) se puede utilizar para lavarse los cabellos, desinfectar los secadores de la cocina, para curar heridas y quemaduras y para regar algunas plantas como las rosas, que requieren un medio ácido para desarrollarse bien.


Finalmente, van algunas recomendaciones muy simples para mejorar su salud:

1  * Incluir a su dieta diaria una mayor cantidad de alimentos alcalinizantes.  Procurar limitar la cantidad de   alimentos acidificantes a solo 20 a 30% de su dieta.
2  * Para oxigenar adecuadamente los tejidos, haciendo ejercicios físicos regularmente (tres veces a la semana como mínimo)
3   * Beber 2 a 3 lt de agua al día para drenar el cuerpo de todos los residuos tóxicos (de nuestro metabolismo) porque la acumulación a largo plazo de las toxinas en el cuerpo puede provocar alteraciones (mutaciones) y convertirse en células cancerosas.
4  * De ser posible beber agua ionizada alcalina que neutraliza el exceso de acidez sin forzar al cuerpo a desmineralizarnos.
5   * Combatir el exceso de estrés con la practica de actividades agradables en familia y con amigos.   
-   * Tratar de tener una actitud positiva frente a todo lo que ocurre en la vida. Utilizar el humor y la risa, que son las más agradables de las terapias.

www.cleliagalvez.com



La risa tiene un efecto benéfico en el bienestar físico y mental de la persona

La risa produce un goce emocional, de placer y permite descargar las tensiones psicológicas y físicas. Hace que la persona sea menos sensible al dolor (aumenta su umbral de tolerancia), le incrementa el ritmo cardíaco y por las múltiples contracciones internas que produce, le procura el mismo efecto que un masaje revitalizante de todo el cuerpo: un estado de relajación y una reducción de la tensión y el estrés.

Desde el punto de vista psicoquímico, podemos decir que la risa provoca la secreción de endorfinas (antidepresivos naturales) que nos hacen sentir más despiertos, más receptivos a ver el lado positivo de las cosas e incluso dar menos importancia a una realidad percibida como dolorosa o negativa. En el mismo sentido, parece ser que la risita nerviosa del flechazo o enamoramiento es producida por la secreción de feniletilamina (sustancia de la familia de las anfetaminas).

En la risa participan los principales sistemas del cuerpo (muscular, nervioso, circulatorio y digestivo),  y desencadenan  un estado de ánimo alegre, festivo y de buen humor, que por su efecto de reducción de la tension es altamente placentero, favoreciendo la amistad y la articulación social.  La risa tiene una importante función social, a través de ella se exteriorizan las emociones, se comunica el humor al entorno por lo contagiosa que es, y permite salvar situaciones sociales que pueden ser incómodas para muchos.

El tener un buen sentido del humor, que es una actitud por la que la persona promueve la risa o el aspecto jocoso de las situaciones de la vida cotidiana (obviamente con ciertos límites, porque no se puede reír de todo) permite que la persona tenga una actitud más positiva de la vida, sea menos propensa a desarrollar enfermedades psicosomáticas y tenga un entorno social más enriquecedor (porque una persona con buen sentido del humor , es percibida como “más simpática” y atrae más que una que no lo tiene).
Esa actitud se puede desarrollar en la persona, haciendo atención a cultivar la sonrisa en todas las acciones que realiza, esforzándose a ver siempre la parte positiva de las cosas (la "botella medio llena y no medio vacía") y frente a los problemas, intentando encontrar soluciones y no enfrascarse a buscar culpables. Por otro lado, prefiriendo la lectura de textos y dibujos de humor en libros, revistas o internet; prefiriendo  ver comedias en lugar de películas de terror o dramas; asistiendo a obras de teatro cómicas o viendo en TV las programas de humor (eligiendo obviamente la calidad de las mismas).